lunes, 8 de septiembre de 2008

Tierra en el Cielo


Cierro mis ojos, la linterna se apaga en la oscuridad absoluta, el olor del despertar, la miel y el ricio de la mañana, recordando los juegos de la niñez, los bosques frondosos a orillas de los grandes lagos, los arroyos de plata, aquellos juguetes de días antiguos, buscando prados en el cielo.

Las flores llenas de maravillas en días de borrascas, y los tesoros ocultos en la lluvia invernal de octubre, en un prado de mi vida fijándome en el acre de mi cielo, tengo un corazón de invierno mas viejo de 10 años, yendo a un lugar llamado hogar, navegando en olas del pasado. Observo la silla mecerse sin el soñador, escapo hace tiempo a cielos mas hermosos, busco las sonrisas en maderas oscuras, como aquella cajas de niño llena de juguetes si encontrar el soldado perdido.

El sueño de una vida desesperada, las flores marchitan, los tesoros se quedan escondidos mientras veo las estrellas caer del firmamento. No puedo dormir, cuando lo veo todo, madres que intentan cuidar sus hijos, y yo tratando de encontrar colores a los cometas en los prados del cielo.

Vagando por las carreteras del cielo, siguiendo un rastro de lágrimas, no es la guerra quien nos destruye sino la lucha desleal hacia el honor. Acaso hemos vivido desde que comenzó el mundo, encuentro hermosos decorados pintados llenos de sangre. Esperando que nuestra alma se una a la naturaleza misma, el origen de nuestros sueños.

Palpando un día agonizo, me aparte de un corazón inocente, y estoy preparado para que me odies profundamente por mi culpa, se que esta noche el sufrimiento dolerá mas que nunca, para descubrir que viejos amores mueren difícilmente, viejas verdades nunca se sabrán. Me estoy deprimiendo de una manera frágil y cruel, las mascaras caen una tras otra.

No hay comentarios: